No se sin ti.

Y es la jodida verdad...
No se sin ti, no se nada. Lo peor, no se vivir.
Me levanto cada mañana pensando en tu maravillosa sonrisa, en esos ojos verdes y en esa piel morena que me vuelve loca.
Desayuno pensando en cuando volveré a verte, aunque, probablemente, te haya visto la noche anterior.
Subo al bus, pongo música, me evado... Dejo fluir mis pensamientos y mis recuerdos, y en todos y cada uno apareces tu, tu con tu sonrisa, tu con tu mirada, tu con esas cosas que me sacan de quicio pero en el fondo me encantan, tu con tus manías, tu con tus virtudes, tu.
Y sonrío.
Y a lo largo de la mañana cualquier pequeñez me recuerda a lo estupido que eres, y a todo lo que te quiero. Me recuerda a nuestros momentos, a nuestras experiencias vividas, a nuestro mundo y a nuestra vida.
Te echo de menos. Te hablo por whatssap, sonrío, vuelvo a sonreir. Tardas en contestar, espero, contestas, sonrío, espero que tu también sonrías.
Quedamos, estamos felices.
Jugamos, reímos, nos hacemos cosquillas, nos pegamos, nos besamos, nos queremos.
Un heladito.
Volvemos a pelearnos a tortas, reímos, nos besamos, volvemos a reir, nos queremos, joder.
Y sinceramente, si un día de estos todo esto acabase, volvería a pensar igual.
Volvería a levantarme cada mañana pensando en ti, cada puta canción me recordaría a ti, cada pequeñez, por insignificante que sea, me recordaría a ti, me dolería no hablarte por whatssap, no quedar contigo, no reir, no querernos, pero yo si te querré, joder que si te querré.
Como siempre te he querido, como te quiero, como te voy a querer cada día de mi existencia.
Prometo no dejar que esto termine, porque es maravilloso, porque me gusta, porque me lo paso bien.
Te quiero, y es la única verdad que hoy en día conozco.