llueve..

Que hay días en los que, no sabes por qué, no solo llueve allí en la calle.
Y sinceramente da igual que cojas paraguas, chubasquero y botas de agua, no te molestes siquiera...
La lluvia que a ti te importa está más al fondo, llueve dentro, por dentro, en el interior...
Y esa lluvia no se nota, a no ser que te moje la cara, las mejillas, y se quede atrapada en los labios... Así se manifiesta esa lluvia tan particular.
Esa lluvia te oprime el corazón, te roba la voz y te oferta ganas de gritar.
Y como pasa con la otra lluvia, con la normal, a casi nadie le gusta..
Pero también, como pasa con la otra, es inevitable, y hay que aguantarla e intentar refugiarte de ella como sea.
Busca en alguien especial el refugio, que te proteja y te abrace, porque, según tengo entendido, un abrazo es la mejor forma de que amaine.