Y cada día que pasa te voy queriendo más.

Ya lo sabes cariño, no puedo estar sin ti...

Cada día que pasa pienso la suerte que tengo en estar contigo, en lo feliz que me haces. Aunque tu me digas que no me das nada, que que puedes darme, que como puedes hacerme tan feliz. Y es que tu no tienes ni puta idea! No sabes nada de nada, ni una mínima parte.

Y la jodida verdad es que te quiero, joder.

Que te quiero más que a todas las cosas, que no se qué coño me das pero a mi me llena, no se lo que haces ni cómo lo haces, pero me haces inmensamente feliz.

Y no, no se como consigues todo esto pero lo consigues.

Porque no hay persona en el mundo que sea capaz de sacarme las sonrisas que tu me sacas, nadie es capaz de hacerme rabiar de esa forma y a los cinco minutos hacer que me den ganas de matarle a besos.

Nadie me cuida tanto, ni me mima, ni me hace cosquillitas...

Nadie consigue despertar en mi esos celillos propios de mi, lo reconozco. Jajaja.

Pero si los tengo son porque te quiero, y porque no quiero perderte. 

Solo tu eres capaz de calmarme, de decirme que todo va a ir bien, y eres el único al que, después de decirme todas estas gilipoyeces y tonterias solo para que yo no esté mal, yo creo firmemente, porque yo confío en ti.

¡Eres mi puta vida joder! Date cuenta.

Solo te pido por favor, que no me hagas daño, que no dobles el frágil tallo que me sostiene, porque se podría romper; porque la verdad, soy bastante frágil y quebradiza.

Te pido que me cuides, que me quites mis miedos y me aguantes mis malos días. Te pido que jamás me defraudes, que jamás yo derrame una lágrima por culpa tuya.

Te pido también que estés junto a mi cuando yo odie al mundo, cuando te conteste mal, cuando llore y sea odiosa... porque entonces será cuando más te necesitaré; con tus besos, con tus abrazos, con tus caricias...

Te pido que seamos uno, que jamás nada nos pueda ir mal, que confíes en esto que tenemos, que es mucho.

Te quiero Sergio.