Pensar, nada peor.

Pienso que es mejor no pensar. ¡Qué contradicción!

Y es que llevo un poco de razón, hoy he estado pensando que debería estar prohibido pensar al menos un día a la semana, como los domingos, que está prohibido trabajar.

Y es que cuando una comienza a darle vueltas al coco casi nunca acaba sacando nada bueno.

Siempre terminas pensando en cosas malas, en lo triste que es todo, en tu nefasta existencia (o inexistencia).

Quiero darle vacaciones a mi cerebro, quiero llenarme la cabeza de pájaros, mariposas o cualquier cosa que ocupe  mi cráneo y me impida pensar.

Y es que las cosas pueden ir de maravilla, pero seguro que si empiezas a pensar le encontrarás muchos aspectos negativos a esas cosas que a simple vista te parecía maravillosas.

Dicen que todo tiene su lado bueno; por tanto todo tiene su lado malo.

Y por muy maravilloso que te parezca cualquier memez, terminarás pensando que es una mierda.

¿Qué porqué? Porque le darás demasiadas vueltas a las cosas buenas, y las cosas buenas no están para ser pensadas, sino para ser disfrutadas.

Así que proponte disfrutar, proponte saborear cada nota maravillosa que te brinda esta maravillosa vida, y no pienses en ella, di que tu vida es maravillosa, lo mejor qe te pueda pasar, pero no repares en ella, solo vivelá; que para eso está.

No pienses en el momento, solo disfrutalo.